Los diputados franceses debaten la censura del gobierno con llamados a la dimisión de Macron
Los diputados de izquierda y de ultraderecha tumbarán este miércoles, salvo sorpresa, al gobierno del primer ministro francés, Michel Barnier, entre llamados a la dimisión del presidente Emmanuel Macron en plena crisis política en la segunda economía de la UE.
"Hoy votamos la censura de su gobierno, pero sobre todo marcamos el fin de un mandato: el del presidente", estimó el diputado Éric Coquerel, al defender la moción de censura de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP).
Tras menos de 100 días en el poder, el gobierno del conservador Barnier, de 73 años, se dispone a caer gracias a los votos de la extrema derecha y de la izquierda que, juntos, superan ampliamente los 288 sufragios necesarios para la censura.
Aunque la censura no afecta al presidente centroderechista, cuyo mandato termina en 2027, lo debilita mucho más, máxime cuando decidió en septiembre nombrar a Barnier como primer ministro en nombre de la "estabilidad".
Sin pedir directamente su dimisión, la líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, llamó a Macron, con quien se disputó la presidencia en 2017 y 2022, a pensar si puede continuar en el cargo.
"Corresponde a su conciencia decidir si puede sacrificar la acción pública y el destino de Francia a su orgullo. Corresponde a su razón decidir si puede ignorar la evidencia de un repudio popular masivo", subrayó.
El martes, el presidente, de visita en Arabia Saudita, calificó de "política ficción" una eventual dimisión antes de 2027, cuando termina su segundo mandato. El mandatario de 46 años ya no puede optar a la reelección.
Le Pen aparece en posición de fuerza en los sondeos para alcanzar la presidencia, pero la justicia podría frustar su sueño si el 31 de marzo decide inhabilitarla durante 5 años, como pide la fiscalía en un caso de malversación de fondos europeos.
- "Responsabilidad" -
Pese a negarse inicialmente a apoyar una moción de censura, Le Pen empezó a amenazar con esta opción en noviembre, en pleno juicio, si Barnier no respondía a sus demandas en su proyecto de presupuestos para 2025.
Y finalmente lo dejó caer el lunes. Pese a conseguir varias concesiones, el primer ministro rechazó la última "línea roja" de la extrema derecha: renunciar al retraso de enero a julio de la revalorización de las pensiones.
Con un presupuesto centrado en reducir el gasto público y aumentar temporalmente los impuestos para grandes empresas, el gobierno buscaba reducir el déficit (proyectado en el 6,1% del PIB en 2024) y la deuda pública (112% del PIB a fines de junio).
El primer ministro se esforzó en apelar a la "responsabilidad" de los diputados para que no tumben al gobierno y, a su vez, su presupuesto, en un momento económico tenso con la prima de riesgo de la deuda francesa en niveles similares a la de Grecia.
Además, la inestabilidad en Francia y la crisis de gobierno en Alemania, que condujo a adelantar las elecciones legislativas al 23 de febrero, podrían lastrar a la Unión Europea, cuando Donald Trump se dispone a regresar al poder en Estados Unidos.
Pero muestra de que "los inversores ya habrían anticipado la caída del gobierno", en palabras del John Plassard, experto para Mirabaud, la bolsa de París progresaba un 0,83% a inicios de la tarde, tras cerrar en positivo (+0,26%) el martes.
Si el gobierno cae, Macron podría nombrar de nuevo a Barnier o a otro primer ministro, aunque los equilibrios parlamentarios serían los mismos, al no poder convocar legislativas anticipadas hasta mediados de 2025.
El éxito de la moción de censura convertiría al gobierno de Barnier en el más breve de la Quinta República francesa, iniciada en 1958, y en el segundo en caer, tras el de Georges Pompidou en 1962 cuando Charles de Gaulle era presidente.
Pero, sobre todo, ahondaría la crisis política que se vive desde junio, cuando el presidente adelantó por sorpresa las legislativas previstas en 2027, tras la victoria de la ultraderecha en los comicios al Parlamento Europeo en Francia.
Aunque el mandatario centroderechista ya había perdido la mayoría absoluta tras su reelección en 2022, los nuevos comicios dejaron una Asamblea sin mayorías claras y dividida en tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha.
Y le tomó dos meses nombrar un gobierno, gracias a que el partido conservador Los Republicanos (LR) decidió abandonar la oposición y gobernar junto a la alianza centrista de Macron, en el poder desde 2017. Pero LR advirtió que sólo lo hicieron "por Barnier".
J.Goergen--LiLuX