El Princesa de Asturias de Deportes ensalza a la figura española del bádminton Carolina Marín
La española Carolina Marín, primera jugadora no asiática en ser campeona olímpica de bádminton y una de sus grandes figuras internacionales, fue galardonada este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024.
Además de por su "extraordinario palmarés", Marín, de 30 años, fue reconocida por ser "un ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores dentro y fuera de la pista", según el acta del jurado de este premio convocado por la Fundación Princesa de Asturias, la heredera al trono español.
Cuando Marín comenzó a practicar bádminton en un club de su ciudad, Huelva (Andalucía, sur) nadie se imaginaba que esta niña zurda y con gusto por la competición entraría en la historia de este deporte, minoritario y por entonces muy desconocido en España.
Pero la determinación de esta andaluza no tardó en dar frutos y a los 14 años fue seleccionada para ingresar en un centro de alto rendimiento de Madrid, donde aceleró su preparación para acabar convirtiéndose en la mejor jugadora de este deporte en España y en la responsable de que comenzara a hacerse un hueco en la prensa nacional.
La andaluza comenzó a acumular títulos, que ya suman siete campeonatos de Europa y tres del mundo, siendo la primera jugadora en conseguir ese triplete. Uno de los grandes momentos de su carrera llegaría, sin embargo, en los Juegos de Rio-2016, cuando a los 23 años logró convertirse en la primera mujer no asiática en conseguir una medalla de oro olímpica en bádminton.
"Se ha cumplido un sueño. Hay mucho trabajo duro detrás de esta medalla", afirmó emocionada tras conseguirlo.
- Competitiva -
Admiradora de su compatriota Rafa Nadal, esta andaluza es también una guerrera muy expresiva sobre el terreno, que recuerda que, ya desde niña, "era una chica muy competitiva, odiaba perder".
"Esta competitividad en la pista desde pequeña (yo era muy mala de pequeña) y las ganas de afrontar cosas nuevas, es lo que me ha hecho crecer y llegar a lo que estoy consiguiendo a día de hoy", indicó en una entrevista a la AFP antes de su medalla olímpica.
Aunque a los ocho años se veía más 'bailaora' de flamenco que figura de los volantes, le acabó atrayendo la "rareza" de este deporte, sus raquetas finas y sus corchos con plumas. De sus años de 'bailaora' le queda ahora la "fluidez" del cuerpo.
Pero en su carrera también hubo momentos duros, como la lesión de 2021 de rodilla que le impidió competir en los Juegos de Tokio.
"Es otro golpe al que debo hacer frente pero no tengáis duda de que volveré", afirmó entonces Marín, que ya había sufrido la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha en 2019.
Tras su regreso a las pistas en 2022, logró dos títulos europeos más.
- Palmarés -
El de Deportes ha sido el tercero de los ocho galardones de esta edición de los premios, considerados los más prestigiosos del mundo iberoamericano, que anualmente, y a ritmo de uno por semana, otorga la Fundación Princesa de Asturias.
El año pasado, el reconocimiento en este apartado fue para el keniano Eliud Kipchoge, considerado como el mejor maratoniano de todos los tiempos.
En ediciones anteriores, han sido distinguidos con el galardón el tenista Rafael Nadal, los futbolistas Iker Casillas y Xavi Hernández, la selección de fútbol de Brasil, el atleta Carl Lewis o la Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados.
Este año ya se fallaron el Premio Princesa de Asturias de las Artes, que fue para el cantautor español Joan Manuel Serrat, voz esencial para generaciones de españoles y latinoamericanos, y el de Comunicación y Humanidades, que recayó la semana pasada en la artista francoiraní Marjane Satrapi, autora de la célebre "Persépolis".
Estos premios, instituidos en 1981, están dotados con 50.000 euros (unos 53.700 dólares) y una escultura creada por el fallecido artista catalán Joan Miró.
Los galardones, que toman su nombre del título de la heredera al trono de la Corona española, la princesa Leonor, son entregados por ella y los reyes Felipe VI y Letizia en octubre en una ceremonia en Oviedo, capital de Asturias.
E.Winandy--LiLuX