

Una minera submarina pide permiso a EEUU para operar ante la falta de regulación internacional
The Metals Company (TMC), pionera en el desarrollo de la minería submarina, anunció que va a solicitar a Estados Unidos autorización para explotar comercialmente minerales en alta mar, un anuncio sorprendente denunciado por Greenpeace como un intento "patético" de eludir los debates multilaterales en curso.
Tras invertir "más de 500 millones de dólares" en los últimos diez años para explorar y evaluar codiciados recursos metálicos en varias zonas de alta mar del Pacífico, "estamos listos" para la fase industrial, declaró el jueves el director general de la empresa canadiense, Gerard Barron.
"Hemos hecho todo lo posible para minimizar el impacto medioambiental", afirmó, rechazando las acusaciones de científicos y ONG ecologistas de que el proyecto supone una amenaza para los ecosistemas marinos.
"Lo que necesitamos es una revisión justa y un regulador dispuesto a comprometerse", añadió, señalando los "repetidos fracasos" de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) que hasta ahora ha sido incapaz de adoptar un código minero que regule la explotación en el subsuelo de aguas internacionales.
La IAMF, organismo autónomo creado por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), lleva más de diez años negociando esta regulación.
La actual sesión de su Consejo en Kingston, la capital de Jamaica, no ha logrado ningún avance tras dos semanas de reuniones que concluyen este viernes.
La empresa canadiense, a través de su filial TMC USA, tiene previsto presentar en el segundo trimestre una solicitud de permiso a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), en virtud de una ley estadounidense de 1980.
Dada la inseguridad jurídica que rodea a los GFIA, "creemos que Estados Unidos ofrece una vía reglamentaria estable, transparente y aplicable", según Barron.
Esta nueva "vía" ofrece "la mejor probabilidad de obtener un permiso comercial para iniciar las operaciones lo antes posible", según Barron, que afirmó haberse reunido con funcionarios de la Casa Blanca y del Congreso para conocer "su apoyo a esta industria".
TMC anunció a finales de 2024 que en junio de este año iba a presentar ante la IAMF la primera solicitud de contrato minero en aguas internacionales, a través de su filial Nori (Nauru Ocean Resources Inc.) para extraer nódulos polimetálicos, ricos en cobalto, manganeso, níquel y cobre, en una zona del Pacífico.
Para Greenpeace, se "trata de otra patética estratagema de TMC" y una "una bofetada a la cooperación internacional".
"Esta acción perpetúa la peligrosa carrera por los recursos, cuyas desastrosas consecuencias conocemos en todo el mundo. El Pacífico no es un bien inmueble que se pueda comprar, vender o robar", declaró Louisa Casson, de Greenpeace en Kingston, a la AFP.
O.Bernard--LiLuX