Congresista republicano de origen brasileño se declara no culpable de fraude en EEUU
El congresista republicano de origen brasileño George Santos se entregó este miércoles a la justicia neoyorquina, que lo imputó por fraude electrónico, lavado de dinero, apropiación de fondos públicos y mentir al Congreso, delitos por los que puede ser condenado a 20 años de cárcel.
Santos, de 34 años, se declaró "no culpable" ante la jueza Anne Y. Shields, del tribunal de Central Islip, estado de Nueva York, y quedó en libertad bajo fianza de 500.000 dólares.
El próximo 30 de junio deberá comparecer ante la jueza de distrito Joanna Seybert.
La Fiscalía le acusa de 13 delitos: siete por fraude electrónico, tres por blanqueo de dinero, otro por apropiación de fondos públicos y dos por realizar declaraciones falsas ante la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense.
"Esta acusación pretende responsabilizar a Santos de varios presuntos planes fraudulentos y falsedades descaradas", dijo el fiscal del Distrito Este de Nueva York Breon Peace en un comunicado.
En su segundo intento por llegar al Congreso, Santos conquistó en noviembre pasado un escaño basándose en mentiras sobre su educación, religión, experiencia profesional, activos y salarios.
También sobre su historia familiar: dijo ser descendiente de judíos supervivientes del Holocausto que huyeron de la barbarie nazi durante la Segunda Guerra.
Su particular torre de Babel colapsó tras su victoria en los comicios en los que le arrebató un escaño a los demócratas en Long Island (este de Nueva York), después de que un reportaje del diario The New York Times destapó su propensión a la fabulación.
Una comisión legislativa abrió a principios de marzo una investigación sobre este hijo de inmigrantes brasileños, quien admitió haber inventado parte de su pasado.
Varios detalles de su biografía han desaparecido de reseñas en línea. Ya no figura que se graduó en el Baruch College, que asistió a la Horace Mann School, una prestigiosa escuela secundaria privada en el Bronx, o que trabajó en finanzas para Citigroup o Goldman Sachs, como alegó inicialmente.
Sin embargo, hasta ahora se ha negado a renunciar a su escaño, que asumió en enero pasado, pese a la creciente presión por parte de los demócratas y algunos correligionarios republicanos, al insistir en que nunca hizo nada ilegal.
El influyente senador republicano Mitt Romney pidió este miércoles su dimisión inmediata. "Todo parece que las cosas no van bien para el Sr. Santos" en la justicia, dijo el excandidato presidencial.
- "Deshonestidad y engaño" -
La Fiscalía le acusa de recurrir a la "deshonestidad y el engaño reiterados para ascender a los pasillos del Congreso y enriquecerse".
Según los documentos judiciales, a partir de septiembre de 2022, durante su exitosa campaña electoral para el Congreso, Santos operó una sociedad de responsabilidad limitada a través de la cual desvió unos "50.000 dólares de dos donantes" a sus cuentas personales, Esos fondos los gastó en comprar ropa cara de diseño, saldar deudas y transferir dinero a sus socios.
Asimismo, durante la pandemia de covid-19 habría recibido fraudulentamente más de 24.000 dólares del seguro de desempleo.
El escrito de acusación también describe el presunto engaño de Santos al Congreso y a su electorado en su declaración financiera.
En septiembre de 2022, con motivo de su segunda campaña electoral a la Cámara de Representantes, presentó una declaración en la que "certificó falsamente" que había percibido un salario de 750.000 dólares de la Devolder Organization LLC, una entidad con sede en Florida de la que era el único beneficiario.
Asimismo, dijo que había recibido entre 1 y 5 millones de dólares en dividendos de dicha compañía y tenía una cuenta corriente con depósitos de hasta 250.000 dólares, así como una cuenta de ahorros con entre 1 y 5 millones de dólares.
Pero todo era "falso", según el expediente, que recuerda que Santos "supuestamente no reveló" que en 2021 recibió aproximadamente 28.000 dólares en ingresos y "más de 20.000 dólares" en prestaciones del seguro de desempleo.
Santos también fue acusado de acoso sexual por un hombre al que su oficina supuestamente ofreció un trabajo y después despidió cuando rechazó sus insinuaciones.
Si la justicia demostrara su culpabilidad, Santos podría ser condenado a 20 años de cárcel.
En una entrevista en televisión a principios de año, Santos reconoció que había mentido en su currículo. "He sido un mentiroso terrible" en algunas cosas, dijo, pero "no se trataba de engañar a la gente, sino que (pretendía) ser aceptado por el partido", puntualizó.
E.Molitor--LiLuX