Bandos beligerantes en Sudán acuerdan reglas humanitarias tras un mes de guerra
Las partes beligerantes en Sudán firmaron la noche el jueves en Arabia Saudita un compromiso para abrir corredores que permitan la salida de civiles atrapados en zonas de combate y facilitar la asistencia humanitaria.
Representantes del ejército y de las fuerzas paramilitares firmaron el acuerdo en la ciudad saudita de Yedá como parte de una "declaración de compromiso para proteger a los civiles en Sudán", tras un mes de combates que han dejado más de 750 muertos, 5.000 heridos y 900.000 desplazados y refugiados.
Al término de seis días de negociaciones, emisarios del ejército del general Abdel Fatah al Burhan y de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), del general Mohamed Hamdan Daglo, firmaron la Declaración de Yedá para la Protección de Civiles en Sudán.
Las negociaciones siguen en marcha para lograr una nueva tregua temporal que permita la entrada de ayuda, con una propuesta de cese el fuego de 10 días, dijo un funcionario estadounidense en condición de anonimato.
Desde que comenzaron los combates el 15 de abril, los dos bandos se acusan mutuamente de matar civiles. El ejército dice que las FAR utilizan a la población de Jartum como "escudo humano", mientras los paramilitares denuncian ataques aéreos del ejército sobre la capital.
- Treguas violadas -
Sin embargo, la noche del jueves acordaron en Yedá "crear pasos seguros para que los civiles puedan abandonar las zonas de combate en la dirección que elijan".
También se comprometieron a "permitir y facilitar el paso de ayuda humanitaria", así como "el paso de los trabajadores humanitarios hacia y dentro del país".
Al menos 18 trabajadores humanitarios han muerto al intentar ayudar a la población civil.
Durante las últimas cuatro semanas, millones de sudaneses, principalmente en Jartum y Darfur, en el oeste, se han atrincherado en sus casas, sobreviviendo a un calor sofocante, sin agua corriente ni electricidad, por miedo a salir y ser acribillados.
Los alimentos escasean y la ONU advierte de un aumento del hambre en Sudán, uno de los países más pobres del mundo.
En un vuelo de evacuación, Abderrahmane Ibrahim contó a AFP que huyó de Jartum en bus con su madre y hermana.
"Ya no hay seguridad, es el caos. Muchos de mis amigos se han ido", declaró el joven de 16 años que soñaba con ser ingeniero.
"Ya se acabó (...) Esperaba ver este país desarollarse pero ahora creo que Sudán necesitará al menos 10 años para encontrar la estabilidad", expresó.
Hasta ahora, los mediadores de Estados Unidos y Arabia Saudita han anunciado una media docena de compromisos de tregua, pero todos fueron violados a pocos minutos de su supuesto inicio.
Sin embargo, un funcionario estadounidense declaró la noche del jueves que se está negociando una nueva tregua de 10 días para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
- "Aún no están" -
Washington espera que el acuerdo cree un "impulso" que pueda conducir a la entrega de ayuda, añadió el funcionario bajo condición de anonimato. Pero el ejército y los paramilitares "aún no están allí".
Sobre el terreno, sin embargo, continuaron los combates, los ataques aéreos y los saqueos en varias partes de Jartum, dijeron residentes a AFP.
La situación es probablemente más delicada en Darfur, desgarrada por una sangrienta guerra en la década de 2000, donde 450 personas han muerto en los últimos combates, en los que han participado civiles armados, combatientes tribales y grupos armados locales, además de los militares y paramilitares.
A.W.Flammang--LiLuX