Entre la rabia y la resignación, el abstencionismo tienta a los jóvenes griegos
Los jóvenes en Grecia han crecido al ritmo de las crisis financiera, sanitaria y ambiental que sacudieron al país en los últimos 15 años. El domingo, en las elecciones legislativas, muchos podrán expresar su ira y su resignación negándose a votar.
"Lo que más espero del (próximo) gobierno es que me ayude a mejorar mi situación financiera", explica Thomas Zoumis, de 21 años, en la turística isla de Paros, donde vive.
Empleado en la empresa de su familia, dedicada a la asistencia en carretera, el joven se queja de pagar sus "impuestos al gobierno central" y de no recibir "mucho a cambio".
Pese a que en los últimos años su tasa de desempleo ha registrado un declive, Grecia es el segundo país de la Unión Europea (UE) con mayor paro juvenil. En marzo, un 24,2% de los menores de 25 años estaban sin empleo, según la agencia europea de estadísticas Eurostat.
Muchos jóvenes se tienen que conformar con empleos mal pagados mientras que el salario mínimo es de solo 780 euros (847 dólares) por mes.
- Sueldos bajos -
"Los salarios son muy bajos en comparación con el costo de vida", afirma Kostis Smanis, un ingeniero electrónico de 25 años que busca trabajo en Atenas.
Después de estudiar tres años en Mánchester, Reino Unido, volvió a Grecia con la esperanza de forjar su futuro con su familia y amigos, pero ahora no descarta volver a marcharse.
"Y si decido permanecer aquí, la perspectiva de poder alquilar un apartamento me parece lejana", admite el joven, quien vive con sus padres.
"Aunque esté mejor formada, la nueva generación está más representada en profesiones consideradas mal remuneradas y que tienen malas condiciones laborales, como el sector turístico", explica Alexis Ioannides, profesor de política laboral en la Universidad Demócrito de Tracia.
Pese a los llamamientos de los candidatos y de su presencia en redes sociales como TikTok, los jóvenes votantes parecen reacios a acudir a los colegios electorales el domingo.
Maria Karaklioumi, analista política de la encuestadora RASS, recuerda que solo uno de cada cuatro jóvenes de 17 a 24 años ejerció su derecho a voto en las elecciones pasadas, en 2019.
- Menores de 18 años -
En esta ocasión, alrededor de 430.000 jóvenes podrán votar por primera vez.
Grecia es uno de los tres países de la UE que rebajaron la edad de votar, por lo que el domingo podrán sufragar todos los jóvenes que cumplan 17 años en el plazo de un año.
"Cuando nos enteramos de que podíamos votar, la mayoría de mis compañeros se asustaron", cuenta Nefeli Zouganeli, una estudiante de 16 años de Anixi, un suburbio de Atenas.
La joven cree que la mayoría de sus compañeros de clase no votarán o que lo harán por alguno de los partidos pequeños con menos de 3% de los votos, el umbral para entrar al Parlamento.
Zouganeli, con el pelo azul y un piercing en la nariz, está decidida a acudir a las urnas el domingo. "Todos debemos ir a votar, el abstencionismo no es una solución".
A fines de febrero, un accidente ferroviario que dejó 57 muertos generó una ola de ira en el país y podría influir en el voto de los jóvenes.
Más de la mitad de las víctimas tenían menos de 30 años. Este segmento de la población se movilizó en masa durante las grandes manifestaciones que se organizaron después del accidente.
Las promesas electorales dirigidas a las jóvenes generaciones incluyen un cheque de "mayoría de edad" de 150 euros y un aumento generoso del salario mínimo.
"Creo que votaré por el menos peor", adelantó Kostis Smanis.
Pero en un país con una población que envejece, nadie habla de cómo será Grecia en 20 años, señala la analista Karaklioumi.
"No es de extrañar que un joven prefiera beberse un mojito más que ir a votar", concluye.
O.P.Becker--LiLuX