Miles de israelíes van a la "marcha de las banderas" en Jerusalén bajo tensión
Decenas de miles de judíos festejaron el jueves "la jornada de Jerusalén", en un ambiente familiar al oeste pero de forma más virulenta e inclusive violenta en el sector oriental de la Ciudad Santa ocupada y anexada por Israel.
Esta manifestación se produce en un contexto de fuerte tensión por el conflicto entre Israel y las fuerzas palestinas, que dejó unos 200 muertos este año, 35 de ellos en una guerra entre el 9 y 13 de mayo en la Franja de Gaza.
Desde "la época del rey David, Jerusalén es la capital del pueblo de Israel", declaró en la noche el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Los palestinos del este de la ciudad cerraron sus negocios, y tuvieron prohibida la entrada por la puerta de Damasco a la Ciudad Vieja de Jerusalén, sector anexado por Israel, para dejar paso a los manifestantes.
Corresponsales de la AFP vieron cómo algunos nacionalistas israelíes atacaron a periodistas con botellas y piedras, y otros gritaron "muerte a los árabes".
Poco antes vieron a jóvenes judíos escupir a palestinos y pegar a uno de ellos.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, condenó el jueves los cánticos "racistas" contra los árabes.
"Estados Unidos se opone de forma inequívoca a cualquier forma de lenguaje racista. Condenamos los cánticos de odio tales como 'Muerte a los árabes' en las marchas de hoy en Jerusalén", declaró en Twitter el portavoz del departamento de Estado, Matthew Miller.
En la Franja de Gaza, miles de personas se congregaron en la frontera, muchas de ellas con banderas palestinas, mientras el ejército israelí tiraba gas a los que se acercaban a la valla.
Una fuente de la seguridad palestina afirmó que Hamás, movimiento islamista palestino que gobierna la Franja, lanzó un "cohete de aviso" al mar.
- Marcha "provocadora" -
La anexión del este de Jerusalén y la Ciudad Vieja nunca fue reconocida por la comunidad internacional.
El miércoles, Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente palestino Mahmud Abas, criticó la organización de esta marcha "provocadora", prueba para él de la "aprobación del gobierno israelí de la opinión de extremistas judíos".
Hamás condenó "la campaña de la ocupación sionista contra nuestro pueblo palestino en la ocupada Jerusalén".
Los participantes en la marcha son "un peligro, golpean las puertas de los comercios y de nuestros hogares", declara Abu al Abed, de 72 años.
Esta celebración ocurre "3.000 años después de ser fundada por el rey David, 75 años después de ser refundada como la capital del renacido estado de Israel, y 56 años después de ser reunificada", dijo el jueves el primer ministro Netanyahu.
"Jerusalén es nuestro por siempre", declaró a los periodistas el ultraderechista ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, presente durante la marcha.
La manifestación, en la que participaron en su mayoría jóvenes, atravesó la Ciudad Vieja de Jerusalén y terminó en el Muro de las Lamentaciones, lugar sagrado para los judíos, situado debajo de la explanada de las Mezquitas, tercer lugar sagrado del islam.
La explanada está construida sobre el monte del Templo, lugar más sagrado para los judíos, que lo pueden visitar pero en el que no pueden rezar.
- "Cohete de advertencia" -
El ejército israelí indicó que manifestantes lanzaron "objetos explosivos" y que los soldados desde el otro lado de la barrera "lanzaron balas reales de advertencia para dispersarlos".
Una fuente de seguridad palestina en Gaza indicó que Hamas lanzó un "cohete de advertencia" hacia el Mediterráneo, sin dar detalles.
En Jerusalén, la policía israelí se desplegó con fuerza en la calle al-Wad, una de las arterias principales de la Ciudad vieja, en el trayecto autorizado por las autoridades.
En 2021, y tras semanas de violencia en Jerusalén que dejaron decenas de palestinos heridos, una guerra que duró 11 días estalló entre Hamás e Israel durante la marcha.
En 2022, 79 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad israelíes y palestinos.
Tom Nissani, un israelí de 34 años, defiende las visitas de los peregrinos al monte del Templo. Y dice: Jerusalén "es nuestra capital, debemos mostrarlo, alegrarnos y pelear por ello".
En contraste, un grupo pacifista israelí distribuyó por la mañana flores a los comerciantes árabes de la Ciudad Vieja para apoyarlos y protestar contra el cierre de sus tiendas.
E.Scholtes--LiLuX