La ministra británica de Interior niega haber buscado un trato de favor tras el exceso de velocidad
La ministra británica de Interior, la ultraconservadora Suella Braverman, negó el lunes cualquier irregularidad en la gestión de una multa por exceso de velocidad que la volvió a convertir en blanco de acusaciones de incumplimiento de la ética gubernamental.
Cuando se convirtió en primer ministro en octubre, tras los turbulentos mandatos de Boris Johnson y Liz Truss, Rishi Sunak prometió restaurar la integridad en el ejecutivo.
Pero Braverman, partidaria de una línea dura sobre el Brexit y muy criticada por su retórica antimigración, podría ahora ser objeto de una investigación ética, tras ser acusada de haber pedido a funcionarios de tráfico que no le quitaran puntos del permiso de conducir tras haber sido multada por exceso de velocidad.
Braverman, que ya tuvo que dimitir bajo el mandato de Truss por utilizar su correo electrónico personal para enviar un documento oficial a un colega, restó importancia a la polémica.
"El verano pasado, tuve un exceso de velocidad. Me arrepiento. Pagué la multa y me quitaron los puntos", declaró a las cámaras de televisión. "En relación con el procedimiento (...) diré que, en mi opinión, estoy convencida de que no ocurrió nada inapropiado", agregó.
La integridad y la profesionalidad son "valores fundamentales" en el gobierno británico y Sunak mantiene "conversaciones regulares" con Braverman, dijo a los periodistas el portavoz del primer ministro.
Este ya habló al respecto con su asesor en cuestiones de ética ministerial Laurie Magnus, precisó, lo que podría abrir la puerta a una investigación formal reclamada por la oposición laborista.
Desde su llegada al poder, Sunak ha perdido a tres miembros de su gobierno por falta de transparencia sobre asuntos fiscales y acusaciones de acoso.
B.Diederich--LiLuX