La guerra en Sudán amenaza la exportación de goma arábiga
La goma arábiga, ingrediente clave para las bebidas gaseosas o los chicles, era un producto de exportación estrella para Sudán antes de la guerra. Pero desde el comienzo de los combates a mediados de abril y con la evacuación de los extranjeros que la compraban, los precios se desplomaron.
"Es una verdadera catástrofe para los productores", lamenta Adam Issa Mohamed, un comerciante de El-Obeid, uno de los principales mercados de goma arábiga al sur de Jartum.
Y no solo para los productores: cinco de los 45 millones de sudaneses obtenían algún ingreso directo o indirecto de la producción de cristales de savia de acacia endurecida.
Sin embargo, hasta ahora la goma arábiga de Sudán, que representa 70% de las exportaciones brutas mundiales, había resistido a todo, desde conflictos hasta el calentamiento climático.
- Ningún camión -
Este emulsionante natural es tan indispensable que Washington, que impuso sanciones a Sudán durante años, le concedió una exención especial. Las industrias agroalimentaria y farmacéutica no pueden prescindir de ella: sin goma arábiga no hay ni bebidas gaseosas, ni chicles, ni medicamentos.
Pero hoy, tras más de cinco semanas de guerra entre militares y paramilitares, casi un millar de muertos, más de un millón de desplazados y refugiados y la evacuación de la mayoría de extranjeros relacionados con su comercio, la goma arábiga ya no está a salvo.
La mayoría de los combates se concentran en Jartum, donde se centraliza generalmente la mayor parte de la producción antes de exportarla, y en Darfur (oeste), donde se produce parte de la goma.
Aunque los enfrentamientos no llegaron a Gadarif (este), cerca de la frontera con Etiopía y sector donde también hay campos de acacias, los precios ya cambiaron.
"Como ya no hay compradores, la tonelada pasó de 320.000 libras sudanesas a 119.000", de unos 532 a 198 dólares, dice a AFP Ahmed Mohamed Hussein, un productor que no logra vender su producto por falta de camiones.
En Jartum, los habitantes indican que muchos camiones fueron destruidos en el fuego cruzado y que algunos conductores murieron.
Y los camioneros que todavía se atreven a trabajar tienen otro obstáculo: en las gasolineras donde todavía queda combustible, el precio del litro se multiplicó por 20.
Ante la preocupación del mercado mundial, la Federación internacional por el fomento de la goma (AIPG), que reúne a productores, importadores y fabricantes, asegura que sus "empresas tienen suficientes reservas importadas de Sudán y otros países en sus almacenes para amortiguar posibles interrupciones del suministro".
En 2022, el país exportó 60.000 toneladas de goma, según Mostafa al Sayyed Khalil, director del Consejo de goma arábiga de Sudán.
- Producción paralela -
Con la guerra, es difícil saber cuánto exporta el país actualmente y calcular la producción real de goma, añadió el director.
"Gran parte se produce en zonas que escapan al control del estado", zonas rurales o desérticas, controladas por grupos armados.
En Sudán, la acacia utilizada para producir la goma crece naturalmente en un "cinturón" de unos 500.000 km2, superficie similar a la de España, y que atraviesa el país desde Gadarif hasta Darfur.
Pero incluso antes de la guerra, los precios locales de la goma arábiga eran tan bajos que muchos agricultores preferían transformar sus acacias en carbón o trabajar en las minas de oro de la zona.
La guerra podría asestar un golpe mortal a este mercado. Khalil advierte que "si el cinturón de acacias desaparece, todo el mundo se hundirá con él".
B.Diederich--LiLuX