Los desplazados de Bajmut lloran de rabia por su asolada ciudad
Los habitantes desplazados de Bajmut, ciudad del este de Ucrania asolada por la guerra, acuden en Kiev a un centro de apoyo especial para recibir cuidados médicos y ropa, llorando de rabia al pensar en sus hogares.
El grupo paramilitar ruso Wagner afirma haber tomado la ciudad, escenario de la batalla más feroz y sangrienta de la invasión de Ucrania.
Por su lado, Kiev desmiente que sus fuerzas hayan perdido Bajmut.
"Solo quiero decir una cosa a los que estaban esperando (a Rusia): ¡Habéis conseguido lo que queríais!" solloza indignada Olga, que tuvo que huir de su ciudad natal.
Como otros residentes desplazados de Bajmut, la mujer de 33 años visita un centro de apoyo creado por el gobierno local en Kiev, donde puede acudir al médico o conseguir ropa y sábanas gratis.
Entre lágrimas de rabia, Olga describe cómo terminó "sin hogar teniendo una vivienda" en Bajmut, de donde huyó para llegar a Kiev en octubre con su esposo y dos hijos.
Los residentes de Bajmut siguen atentos a través de redes sociales y de canales de noticias a lo que pasó con sus casas en la que un día fue una ciudad verde y tranquila, hoy asolada y vacía.
Cuando los hombres del grupo Wagner llegaron "comprendimos que era el fin", explica Olga.
"Al principio, algunos de nuestros amigos seguían ahí. Cuando (los rusos) sacaron a las personas que no habían sido evacuadas a tiempo, comprendimos que estaban arrasando con todo", añade.
Vera Biriukova, profesora jubilada de 74 años, enseña un despliegue de fotos de un edificio incendiado sin ventanas, con su apartamento en la planta baja.
"Actualmente hay batallas alrededor. Veo en las imágenes que en mi edificio la segunda y la quinta entrada estaban en llamas, y el tejado también."
- 'No hay lugar al que regresar' -
"Ya no hay lugar al que regresar, pero quiero volver a mi casa aunque solo queden ruinas" explica Biriukova.
"No pensábamos que nuestra ciudad se convertiría en una fortaleza".
La mujer de pelo canoso rompe a llorar mientras describe como huyó a Kiev tras dormir durante meses en un sótano, llevándose algo de ropa y dejando atrás sus preciadas fotos de familia.
No condena sin embargo las acciones de Rusia. "¿Qué puedo decir? Quiero volver a casa. No soy política".
Otra visitante del centro de apoyo, Iryna Tkachenko, que trabajó durante 38 como vendedora, es muy optimista sobre el futuro de Bajmut.
"La ciudad ya no existe, pero creemos que (los ucranianos) la retomarán, expulsarán (a los rusos)", insiste la mujer de 58 años.
"Es una pena que tanta gente piense lo contrario. Es una pena que apoyen (a Rusia)", añade.
Explica que las fuerzas rusas evacuaron a habitantes de la zona, incluidos su hermano y su cuñada, que se quedaron para trabajar en un hospital para niños.
"Mi hermano pequeño y su mujer acaban de ser llevados al otro lado", dice, refiriéndose a Rusia.
- Piensan "que somos Nazis" -
Tkachenko es originaria de Rusia, donde todavía tiene familia.
Mis parientes me escriben ahora diciendo: 'Todo estará bien. Os estamos liberando'", cuenta. "No me esperaba que fuese así, que 80% de los rusos piensan ahora que somos enemigos, que somos Nazis".
La directora del centro para desplazados de Bajmut, Lyudmyla Bondareva, afirma que más de 6.500 habitantes de la ciudad viven en Kiev y su región, de los cuales 1.400 niños.
Muchos de ellos tienen problemas para subsistir, debido principalmente a los caros alquileres de la capital, pero Lyudmyla también se quejó de la falta de ayuda alimentaria.
Iryna explica que duerme en un colchón sobre el suelo de un estudio que comparte con otras tres personas. No ha recibido ningún paquete de alimentos desde septiembre.
"Es difícil, ¿pero qué podemos hacer? Así es la vida".
E.Klein--LiLuX