Proyectiles de artillería buses para Ucrania fabricados en el campo alemán
En un páramo del norte de Alemania, varios proyectiles de 120 mm con la punta de tungsteno pintada de negro esperan, alineados en cajas de madera, su próximo envío a Ucrania.
En Baja Sajonia, la compañía armamentística Rheinmetall hace funcionar a pleno rendimiento el complejo industrial de defensa más grande del país.
El objetivo es cubrir las necesidades en vehículos blindados y municiones destinados al frente de la guerra en Ucrania y reponer las existencias de los estados miembros de la OTAN.
"Estamos trabajando duro para producir municiones para tanques", explica Harald Weismüller, director de la planta de Unterlüss, al norte de Hannover, en medio del ruido de máquinas que en su mayoría llevan décadas de servicio.
Rheinmetall es el mayor fabricante europeo de munición para tanques y piezas de artillería, por delante del noruego Nammo o el francés Nexter.
El producto estrella en la plana de Unterlüss son los proyectiles de 120 mm destinados a los blindados Leopard 2, un tanque alemán que Berlín autorizó este año entregar a Ucrania después de meses de dudas.
Antes de la guerra se producían aquí 60.000 piezas al año pero ahora son 240.000.
Rheinmettal produce "de 400 a 500 unidades por turno de ocho horas", pudiendo "aumentar aún más la cadencia", asegura Weismüller.
Una producción que se verá reforzada con la reciente adquisición por parte del grupo alemán del fabricante español Expal, líder en fabricación de proyectiles de 120 mm.
- Fábrica centenaria -
Ucrania lleva meses pidiendo a Occidente que entregue más vehículos blindados, artillería y municiones, lo que pone a prueba las capacidades de producción dentro de la Unión Europea.
La Comisión Europea presentó en mayo un plan de 500 millones de euros (535 millones de dólares) para acelerar la producción y alcanzar un volumen de un millón de obuses al año producidos en la UE.
En este contexto, el Comisario Europeo de Industria, Thierry Breton, visitó hace unas semanas las naves de producción de Unterlüss, donde se fabrican armas desde 1899.
Ahora se instalaron nuevas máquinas para mejorar el fresado de cañones que pesan varias toneladas o para crear nuevas líneas de producción.
Es el caso de una unidad altamente automatizada para producir proyectiles de 35 mm disparados a gran velocidad por el tanque antiaéreo Gepard, también entregado a Ucrania, que "debería comenzar a funcionar en menos de 6 semanas", según Weissmüller.
Por su parte la capacidad de producción de los proyectiles de 155 mm destinados a los vehículos blindados Haubitze, que tienen un cañón largo capaz de alcanzar un objetivo a 25 kilómetros, ha aumentado de 40.000 a 140.000 unidades por año.
- Vehículos blindados y oxidados -
En varias salas de la planta hay viejos vehículos blindados del ejército alemán, llenos de óxido, completamente desmontados para ser reparados con miras a una nueva vida en el campo de operaciones, en particular Ucrania.
La planta tiene 2.400 empleados y también se prueban los cañones del Leopard 2 en un campo de tiro adyacente, el más grande de Europa, con una longitud de 15 kilómetros.
La guerra en Ucrania, pero también el rearme de Alemania que empezó el año pasado, están dando un nuevo impulso a los negocios de Rheinmetall.
A principios de este año la compañía entró en la bolsa de Fráncfort, junto a grandes compañías como Siemens y BASF.
Desde la invasión rusa el precio de sus acciones se ha más que duplicado y su cartera de pedidos, por valor de 18.500 millones de euros (19.800 millones de dólares), representa tres veces la facturación de 2022.
El siguiente paso es establecerse directamente en Ucrania y la compañía se asoció recientemente con el conglomerado militar estatal ucraniano Ukroboronprom para reparar y más tarde fabricar vehículos militares directamente en el país.
J.Goergen--LiLuX