Médicos ucranianos enfrentan presión creciente al intensificarse ofensiva
El asalto ucraniano contra las posiciones rusas alrededor de la ciudad de Bajmut provocó un aumento en las bajas y, por ende, la presión sobre los médicos que trabajan en la línea de combate.
Es imposible verificar las cifras de muertos y heridos, pero Rusia -que raramente confirma sus bajas- admitió haber perdido 71 soldados en tres días, una señal de la intensidad de los combates.
Kiev no ha divulgado cifras de bajas, pero periodistas de AFP vieron a médicos militares ucranianos en un "punto de estabilización" cerca del frente atendiendo a soldados heridos.
Allí los médicos luchan por mantener vivos a los soldados con heridas en la cabeza y el pecho, miembros amputados y pérdidas catastróficas de sangre, mientras llegan al hospital.
En las breves pauses durante el turno de la noche, explicaron el papel de la unidad médica de la 24ª brigada mecanizada, que combate por expulsar al enemigo de la región de Donetsk.
"Este es un trabajo serio", expresó un cirujano llamado Bogdan, con el rostro marcado por la fatiga y la preocupación mientras a su alrededor los equipos intentaban estabilizar a los pacientes.
"Comienza en las trincheras, cuando los hermanos en armas se ponen torniquetes uno al otro y los médicos de combate hacen su trabajo", contó a AFP.
- Trabajando con linterna -
Contó cómo los soldados hacen frente al fuego enemigo para trasladar a los compañeros heridos al punto de estabilización, en camionetas y vehículos.
"También intentamos estar lo más cerca posible a la línea de frente para acortar el tiempo de evacuación", indicó.
"No quiero decir algo banal, pero no hay guerra sin bajas", comentó. Estas heridas causan minusvalías, y son personas jóvenes".
Los cirujanos y paramédicos trabajan de noche con linternas para evitar que su ubicación sea detectada por observadores y drones enemigos.
En el piso se acumulan las vendas ensangrentadas al lado de las camillas y mesas de cirugía. Un pie amputado se observa junto a un recipiente repleto de botas abandonadas.
Un médico lucha por aplicar un catéter a hombre corpulento con muñones vendados donde antes tenía un brazo y una pierna.
Muchos de los médicos trabajaban en la salud civil antes de la guerra. Dicen que ven cada vez más escenas intensas como esas desde que comenzó la invasión rusa hace 16 meses.
- Sangre y dolor -
"Con el tiempo aprendes a no darle muchas vueltas. Si sientes demasiada emoción no serás efectivo. Por eso operas más mecánicamente", indicó Yuriy, un especialista en trauma.
"Simplemente ayudas a uno después de otro. Pero desde luego tenemos ciertos momentos, de vez en cuando algo te toca y aviva las emociones".
Otra médica, Nataliya, dijo haber visto a colegas que sucumben al estrés después de un mes de trabajar en un hospital de guerra.
"Creo que cada uno de los que estamos aquí desea que se acabe pronto, la gente está cansada", declaró.
"Pero entendemos que no es fácil y no va a pasar rápidamente".
Al aparentemente comenzar la esperada ofensiva ucraniana, tanto sus aliados extranjeros como los civiles deben tener paciencia y respetar los sacrificios de los soldados, sostiene Yuriy.
Los ucranianos "esperan una contraofensiva y poder volver a sus vidas previas. Pero son fuertes pérdidas. Es mucha sangre y dolor", afirmó.
"No te puedes llenar de euforia. Esta es una guerra enorme y difícil".
Ch.Schaack--LiLuX