Las inundaciones arrasan los cultivos en el sur de Ucrania
En el pueblo de Afanasivka, Yuri observa, con el agua hasta el pecho, el daño causado por las inundaciones en el sur de Ucrania tras la destrucción de la represa de Kajovka, en el río Dniéper.
Hace una semana, este hombre de 56 años cultivaba frutas y legumbres y llevaba a pastar a las vacas. En la actualidad, su granja de la región de Mikolaiv (sur), está cubierta de agua.
La semana pasada, la destrucción de la represa de Kajovka provocó importantes inundaciones en una región clave para el sector primario de la economía de Ucrania, ya devastada por la guerra.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de esta catástrofe. La represa estaba en territorio controlado por los rusos y, según el ejército ucraniano, Rusia la destruyó para frenar una contraofensiva.
Estas inundaciones son un golpe más para los agricultores de esas regiones, que ya tienen dificultades para plantar debido a los bombardeos regulares que siembran de bombas el suelo.
"Lo que está bajo el agua debía alimentar varias familias numerosas durante un año", lamenta Yuri mientras observa patos ahogados.
"(Vladimir) Putin nos quitó todo", grita.
Según el ministerio ucraniano de Agricultura, varios millones de toneladas de cosecha podrían perderse.
En la ribera derecha del Dniéper, bajo control ucraniano, 10.000 hectáreas de tierras agrícolas fueron inundadas, según los cálculos del ministerio. La zona devastada en la ribera izquierda, controlada por los rusos, es aún más vasta.
- Conejos muertos -
Aunque el agua comenzó a retirarse en algunas zonas de Jersón, el pequeño pueblo de Afanasivka está en gran parte inundado por la crecida del río Ingulets.
El torrente de agua devastó los cultivos de manzanas y los pastizales, y ahogó a los pequeños animales de la granja.
El pueblo no tiene ni electricidad ni red telefónica ni agua potable. Aislado, solo se puede acceder a ese lugar con ayuda de militares ucranianos.
Olena Guliuk, agricultora de 59 años, se dirigió al punto de cruce para obtener botellas de agua que ofrecen los socorristas. Con sus manos y su falda cubiertas de pantano, fue a recuperar sus cosas.
"Teníamos cereales para alimentar a los animales, y se estropearon. Nuestras cabañas fueron arrastradas por las aguas, que se llevaron también a los animales. Nuestros conejos murieron y eso es muy doloroso", dice Olena, quien ha sido agricultora toda la vida.
Antes de las inundaciones, 470.000 hectáreas de tierras agrícolas en Ucrania ya estaban plagadas de municiones y minas no explotadas, según el ministerio de Agricultura.
"Los rusos quieren destruir a Ucrania (...) Incendiaron nuestras casas, cohetes volaron sobre nuestras cabezas, pero sobrevivimos... Ahora no nos dejaremos ahogar", asegura Olena.
- "Nada volverá a crecer" -
Otros no son tan optimistas.
"Estos miserables destruyeron nuestras tierras y cultivos. Nada volverá a crecer durante una década, es un desastre ecológico", lamenta Vassyl Palamartchuk, de 71 años, quien trabaja en una finca en el pueblo.
Con el torso descubierto, apila espigas de maíz mojadas, que ya no pueden ser utilizadas por humanos o animales.
Mientras las plantas de fresa se pudren entre el agua, los precios comienzan a aumentar en los mercados locales.
"Toda la cosecha resultó inundada (...) ¿Como ganará dinero la gente? ¿Cómo vivirán?", se pregunta Olga Markova, comerciante de 63 años.
"Este año tal vez habrá hambre. Jersón nutría a Ucrania y a Rusia. Miren lo que hicieron", se lamenta.
Yuri, que sigue limpiando las cosas que flotan en su finca de Mikolav, exclama: "Ese cretino sentado en el Kremlin es responsable de todo esto".
V.Reding--LiLuX