El grueso de las fuerzas ucranianas, al acecho de los flancos débiles del frente ruso
Entre victorias simbólicas y objetivos potenciales, Ucrania da pocos detalles de su contraofensiva, anunciada desde hace semanas, en espera de que sus brigadas al acecho encuentren un flanco apropiado para romper la línea de frente rusa.
El ejército ucraniano pasó al ataque en el este y el sur y afirma "avanzar", aunque su enemigo asegura con ironía que esos avances solo le valieron pérdidas "catastróficas".
Fuera de eso, la información llega envuelta en una deliberada imprecisión, propia de la guerra.
"Vemos claramente muchas operaciones de manipulación táctica y cabe esperar otras [...] a medida que la campaña progrese", consideró Dylan Lherke, analista de la empresa privada británica de inteligencia Janes, en declaraciones a la AFP.
En posición de ataque "uno puede elegir, según su conveniencia, el tiempo y el lugar", en tanto que el adversario "tiene que adivinarlos", explicó.
La información disponible en fuentes abiertas muestra que Kiev dista mucho de haber volcado todas sus fuerzas en la batalla.
Ucrania mantiene alejadas del frente a trece brigadas mecanizadas, dos brigadas blindadas y tres brigadas de paracaidistas y de asalto aeromóviles, afirmó Pierre Razoux, director académico de la Fundación Mediterránea de Estudios Estratégicos (FMES).
Eso representa el 15% de su ejército, con brigadas de unos 3.000 efectivos.
Se trata de fuerzas "prontas a implicarse en cualquier eventual avance", señaló. Ello explica, agregó, la multiplicación de asaltos de menor intensidad, para tantear la resistencia rusa en varios puntos del frente.
- "La diferencia no es enorme" -
El combate se anuncia difícil. "Ucrania dispone de 75 unidades de combate de cuerpo a cuerpo -infantería, reconocimiento, blindados, mecanizados, paracaidistas- y Rusia de 65, tanto en Ucrania como cerca de la frontera. La diferencia no es enorme", apuntó Razoux.
El asalto masivo de posiciones rusas aún se estaría entonces gestando. Y el objetivo final sigue siendo un misterio, suponiendo que ya se haya determinado.
Es posible que Kiev busque reconquistar ciudades como Melitópol y Tokmak, en el sur, o Lugansk, en el este, dijo Ivan Klyszcz, investigador en el Centro Internacional para la Defensa y la Seguridad (ICDS), en Estonia.
"Los centros operativos bajo ocupación rusa como esos son susceptibles de convertirse en objetivos claves", agregó.
Otros analistas mencionan como posible blanco la península de Crimea, ocupada y anexada por Rusia desde 2014, o la cuenca del Donbás, en el este, controlada en gran parte por las tropas rusas. Esos serían objetivos importantes políticamente y muy ambiciosos desde el punto de vista militar.
La opción del norte parece poco probable. Queda el sur y el acceso al muy estratégico mar de Azov, actualmente bloqueado por Moscú.
"Ir arañando territorios del Donbás tiene cierto sentido político y simbólico pero, militarmente, no es de ninguna utilidad estratégica", aseguró Pierre Razoux.
"Si, en cambio, el objetivo es atraer a un máximo de tropas rusas hacia ese sector antes de enrocar hacia el sur y lanzar una ofensiva en dirección del mar de Azov, eso tiene sentido", agregó.
- "Posibilidades limitadas" -
"Recuperar el control de un segmento del mar de Azov permitiría aislar a Crimea y amenazar el 80% del comercio marítimo ruso", destacó.
Las fuerzas rusas llevan meses preparándose para la ofensiva enemiga. Hay una línea de defensa en más de 800 km, a veces a varias escalas de profundidad, con un importante número de soldados desplegados.
"La defensa rusa está organizada por capas. No es nada sofisticado: el adversario tiene que superar esos obstáculos uno tras otro", observó Alexander Grinberg. "Los ucranianos pueden avanzar pero no hacer que esa masa de unidades rusas se derrumbe".
El Soufan Center, especializado en cuestiones de seguridad y radicado en Nueva York, también se mostró cauteloso.
"Las posibilidades de éxito de la contraofensiva de Ucrania son limitadas", indicó en un análisis publicado el miércoles, en el que considera que "los próximos meses [decidirán] el futuro del conflicto".
El presidente Volodimir Zelenski, que recibió ayuda militar de las potencias occidentales, debe probar que es capaz de hacer retroceder a Moscú, después de 16 meses de guerra.
Kiev "quiere una victoria sustancial para demostrar su capacidad de combatir, tanto a su población como a sus socios occidentales", sostuvo Ivan Klyszsz.
"La estrategia del Kremlin es ganar tiempo, desgastar al adversario y esperar que Donald Trump sea elegido en noviembre de 2024 [en Estados Unidos], pues él no ha mostrado interés por Ucrania. Esperando que los europeos, cansados, se acaben dividiendo", concluyó Pierre Razoux.
Ch.Schaack--LiLuX