EEUU y China buscan estabilidad en sus relaciones, pero sin bases profundas
Estados Unidos y China trataron de establecer una red de seguridad a su creciente rivalidad durante la visita a Pekín del secretario de Estado, Antony Blinken, pero el viaje se zanjó solo con promesas generales y sin grandes avances en cuestiones claves.
Tanto el presidente Xi Jinping, que se encontró con Blinken el lunes, como su homólogo estadounidense Joe Biden celebraron el esperado viaje como señal de progreso tras meses de acumulación de tensiones.
"Estaba claro al venir que la relación estaba en un punto inestable, y ambos bandos reconocieron la necesidad de trabajar para estabilizarla", dijo Blinken a la prensa en Pekín.
La administración Biden había hablado repetidamente de mejorar la comunicación para establecer "salvaguardas" en la relación para evitar que los malentendidos escalen hacia un conflicto.
Pero Blinken reconoció que no consiguieron uno de sus objetivos más importantes en este sentido como era reanudar el diálogo entre ambos ejércitos.
Y ambas potencias siguen muy distanciadas sobre Taiwán, la isla democrática autogobernada que Pekín no renuncia a tomar por la fuerza.
Blinken insistió que Estados Unidos quiere mantener el statu quo y "una gestión responsable de la cuestión de Taiwán" y expresó su preocupación sobre los movimientos "provocativos" de Pekín.
El máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, dijo a Blinken que en este asunto "no había espacio para el compromiso o la concesión" de parte de Pekín.
Bonnie Glaser, experta sobre China en el German Marshall Fund de Estados Unidos, dijo que las palabras de Blinken sonaron sobre todo a "cliché".
"Las dos partes básicamente acordaron explorar la posibilidad de estabilizar las relaciones bilaterales. No hay certezas de que lo consigan", añadió.
- Brecha por cerrar -
Glaser señaló que mientras Estados Unidos habla de gestionar la creciente rivalidad, Xi se refirió a evitar la competición entre dos grandes potencias.
"Creo que aceptar la competición es necesario para estabilizar la relación. Esta brecha entre ambas partes todavía no se ha cerrado y no sé si lo hará", opinó.
Yun Sun, directora del programa de China del Stimson Center, estimó que Estados Unidos también es corresponsable del fracaso en la reanudación del diálogo militar, el sector donde es más probable que estalle una crisis.
La administración Biden, a la que el Partido Republicano acusa de ser débil hacia Pekín, ha rechazado retirar las sanciones contra el nuevo ministro de Defensa chino, el general Li Shangfu, impuestas bajo una ley estadounidense contra la compra de armas desde Rusia.
Washington asegura que estas sanciones no impiden que Li se reúna con su homólogo estadounidense Lloyd Austin.
"El Departamento de Estado dice que no hay un problema legal para que se reúna con el secretario Austin. Seguro, no es un problema para los estadounidenses, pero lo es para los chinos", dijo Yun.
"Esto es cosa de dos. Para mí, no es una petición irrazonable" levantar las sanciones contra el ministro chino, afirmó.
- Posible viaje de Xi -
Shi Yinhong, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Renmin de China, dijo que la visita de Blinken se desarrolló conforme a las espectativas y que ambas partes destacaron lo positivo.
Según él, la atmósfera parecía adecuada para que Xi visite Estados Unidos en noviembre, cuando Biden recibirá en San Francisco a los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Hablar de más comunicación y una cooperación más estrecha "es positivo, por supuesto, aunque es difícil de implementar", apuntó Shi.
Xi y Biden, que se conocen bien de su época como vicepresidentes, se reunieron por primera vez como jefes de Estado en noviembre en Bali, donde ambos abogaron por contener la tensión.
Pero esa buena voluntad terminó abruptamente cuando Estados Unidos anunció haber detectado y abatido un supuesto globo de espionaje chino sobre su territorio, lo que provocó la cancelación del viaje de Blinken a Pekín.
Poco después, Xi acusó directamente a Washington de perseguir "la contención, el cerco y la supresión" de China.
La segunda economía mundial se ha visto particularmente afectada por el veto a las exportaciones de semiconductores aprobada por Biden.
Blinken defendió que no quieren "contener económicamente" a China, sino evitar que la tecnología estadounidense sea usada en contra de los intereses de su país.
Por ello, Yun Sun no se muestra optimista. "Después de la visita de Blinken, la relación se mantiene extremadamente vulnerable", afirmó la analista ubicada en Washington.
V.Bertemes--LiLuX