Violentos combates en la capital de Sudán y en Darfur
Los habitantes de Jartum se despertaron nuevamente este jueves con disparos y explosiones, más de dos meses después del inicio de la guerra en Sudán entre el ejército y los paramilitares que se acusan mutuamente de excesos contra los civiles.
La violencia de las explosiones hizo "temblar las paredes de las casas", aseguraron testigos a la AFP, hablando de "disparos de artillería" en el este de la capital y "disparos de artillería pesada" procedente de cuarteles del ejército en el suburbio norte.
Los combates se concentran también en Darfur, una amplia región fronteriza de Chad que fue escenario de una sangrienta guerra civil en la década de 2000.
El conflicto enfrenta desde el 15 de abril al ejército al mando del general Abdel Fatah al Burhan y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) del general Mohamed Hamdan Daglo.
Antes aliados, los dos generales se disputan el poder y parecen decididos a obtenerlo a través de las armas.
Tras un corto respiro gracias a una tregua de 72 horas, los combates reanudaron el miércoles por la mañana y los dos bandos volvieron a acusarse de cometer violaciones con los civiles.
La guerra ya ha dejado más de 2.000 muertos, según la oenegé ACLED, y más de 2,5 millones de desplazados y refugiados, según Naciones Unidas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió que la próxima temporada de lluvias aumenta el temor a nuevas epidemias, debido a la acumulación de basura y de que, en las zonas de difícil acceso, los cadáveres siguen yaciendo a la intemperie.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 11 millones de personas requieren ayuda sanitaria.
La comunidad internacional, reunida en Ginebra, prometió el lunes 1.500 millones de dólares en ayuda, es decir, la mitad de las necesidades propuestas por los organismos humanitarios.
De hecho, 25 de los 48 millones de sudaneses no pueden sobrevivir sin ayuda humanitaria, recuerda la ONU.
V.Reding--LiLuX