El conservador Mitsotakis gana holgadamente las elecciones griegas
El partido de derecha de Kyriakos Mitsotakis ganó forma holgada las elecciones legislativas del domingo en Grecia, consiguiendo una mayoría absoluta que le permitirá al dirigente iniciar un nuevo mandato como primer ministro.
La formación Nueva Democracia (ND), en el poder desde 2019 hasta finales de mayo, recabó un 40,5% de los votos, más del doble que el partido de izquierda Syriza, de Alexis Tsipras, según los resultados basados en el escrutinio de más del 90% de los colegios electorales del país.
Syriza, que en los comicios de hace cinco semanas ya registró un duro revés, obtuvo el 17,8% de los sufragios, es decir, 2,2 puntos menos que el 21 de mayo.
Este resultado le garantizaría a la derecha 157 escaños de los 300 que tiene el Parlamento griego, unicameral, según varios analistas.
Así, Mitsotakis volvería a ocupar el puesto de primer ministro que tuvo que abandonar a finales de mayo antes de la celebración de los segundos comicios.
"El pueblo, por segunda vez en unas semanas, nos ha dado un mandato fuerte para avanzar hacia los grandes cambios que el país necesita", declaró satisfecho el político ante militantes de su partido.
- Grecia, de azul -
"¡Toda Grecia es azul!", añadió ante sus simpatizantes, aludiendo al color de su formación.
"¡Nueva Democracia es el partido de centroderecha más fuerte de Europa!", exclamó frente a la sede de su partido en Atenas.
Cuatro años después de acceder al poder, Nueva Democracia mejora así sus resultados respecto a 2019, cuando obtuvo el 39,85% de los votos.
Ocho partidos habrían superado el umbral del 3% para entrar en el parlamento, según estos resultados, entre ellos el partido de ultraderecha "Spartiates", apoyado por un exresponsable de la formación neonazi Amanecer Dorado, Ilias Kassidiaris, actualmente en prisión.
Mitsotakis, un graduado de Harvard de 55 años, obtuvo hace cinco semanas una amplia victoria con el 40,8% de los votos, el doble que Syriza.
La holgura de su triunfo, que sorprendió a los analistas, no le permitió sin embargo alcanzar la mayoría absoluta.
El líder conservador descartó una coalición con otras formaciones y propició la repetición electoral de este domingo, que dará al ganador un bonus de 50 diputados en la cámara (que cuenta un total de 300), lo que podría ayudar de forma decisiva a Mitsotakis.
Frente a él, Alexis Tsipras, que fue primer ministro de 2015 a 2019, registraría una nueva derrota, tras el duro revés de hace cinco semanas, cuando Syriza obtuvo el 20,07% de los votos: una caída de más de 11,5 puntos respecto a 2019.
La cuestión de su futuro al frente de la formación probablemente se plantee, pues el propio Tsipras ya admitió que había barajado la posibilidad de dimitir después de los malos resultados del 21 de mayo.
- "Por la razón" -
En un colegio del barrio ateniense de Pangrati, Aris Manopoulos, un comerciante de unos cincuenta años, dijo haber optado "por la razón".
"He votado a Nueva Democracia para que el país avance y siga levantándose económicamente", declaró.
Al darle a Nueva Democracia una mayoría absoluta en las elecciones de julio de 2019, en detrimento de Syriza, los griegos quisieron pasar página a años de crisis financiera y planes de rescate, que llegaron a destruir un 25% del PIB nacional y amenazaron al país con sacarlo de la zona euro.
Kyriakos Mitsotakis, hijo de un antiguo primer ministro y tío del actual alcalde de Atenas, no dejó de presumir de su balance económico, marcado por un crecimiento del 8,3% en 2021 y del 5,9% en 2022, con un desempleo a la baja.
Durante la campaña, Mitsotakis prometió subidas salariales, sobre todo para las personas de ingresos más bajos, principal preocupación de los griegos en un contexto de carestía de la vida.
"Las grandes reformas avanzarán rápidamente", aseguró el domingo por la noche, afirmando que quería aprobar "subidas salariales" y "reducir las desigualdades".
Además, en campaña, se comprometió a realizar contrataciones masivas en el sector de la sanidad pública, afectado por una fuerte escasez de medios desde la crisis financiera y los drásticos programas de austeridad impuestos en numerosos servicios públicos.
R.Schiltz--LiLuX