Presidente polaco insta a la unidad en viaje a Ucrania antes de cumbre de la OTAN
El presidente polaco, en Ucrania este domingo, insistió en la necesidad de que los aliados occidentales permanezcan unidos en torno al país en guerra, en vísperas de una cumbre de la OTAN en la que Kiev busca concretar su proceso de adhesión a la alianza militar.
"Juntos somos más fuertes", afirmó el presidente Andrzej Duda en las redes sociales durante una visita a la ciudad de Lutsk, en el oeste de Ucrania, junto a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
"Ucrania y Polonia están juntas, unidas en la lucha contra un enemigo común", dijo por su parte, el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andriy Yermak, en Telegram.
Polonia es uno de los principales apoyos de Ucrania en la OTAN, la alianza militar a la que Kiev quiere sumarse desde hace años.
Zelenski regresó el sábado de Turquía, tras una breve gira por Europa del Este para reunir apoyos antes de la cumbre de la OTAN en Vilna, la capital lituana, el 11 y 12 de julio.
El mandatario iba acompañado de altos mandos del regimiento Azov, que debían permanecer en Turquía hasta el final del conflicto en aplicación de un acuerdo diplomático entre Moscú y Kiev.
El Kremlin fustigó su repatriación, una "violación directa" del pacto, según el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Los combatientes del regimiento son celebrados como héroes en Ucrania por su resistencia en la acería Azovstal durante el sitio de la ciudad de Mariúpol (sur) y denostados en Rusia por sus vínculos con el ultranacionalismo ucraniano.
Uno de los combatientes de ese batallón, Denys Prokopenko, citado por la agencia de noticias Interfax Ukraine, declaró que iba a volver al frente.
"Por eso hemos regresado a Ucrania. Es nuestro principal objetivo", dijo Prokopenko, quien, junto a los otros mandos, vivía en Turquía desde septiembre.
Peskov vinculó el regreso de los miembros del regimiento al "fracaso de la contraofensiva" ucraniana lanzada en junio, pero también al deseo de Ankara de mostrar su "solidaridad" de cara a la cumbre de la OTAN que se celebrará en Vilna (Lituania) la próxima semana.
- Biden en la cumbre de la OTAN -
En esta reunión de la Alianza Atlántica, Kiev recibirá "garantías de seguridad" por parte de sus aliados occidentales, pero difícilmente obtendrá un calendario concreto sobre su proceso de adhesión.
Estados Unidos ya aseguró que la exrepública soviética todavía tiene "muchas etapas para superar" y el jefe de la alianza, Jens Stoltenberg, estimó que la adhesión sólo se podría plantear después de la guerra.
El presidente estadounidense, Joe Biden, viajará el lunes a Lituania, junto a otros líderes de la OTAN, antes de la cumbre el martes y el miércoles.
Zelenski dijo que espera recibir una "señal clara" sobre la posibilidad de que su país entre en el grupo.
El mandatario ucraniano aplaudió el "coraje" su pueblo, en un video difundido el sábado, cuando se cumplían 500 días del inicio de la guerra, grabado en la Isla de las Serpientes, en el mar Negro, un territorio que simboliza la resistencia frente a Moscú.
- Bombas racimo -
Aunque no ha conseguido un proceso acelerado hacia la OTAN, Ucrania sí obtuvo de Estados Unidos la promesa de suministrarle bombas racimo, un arma muy polémica que, según Zelenski, es un "indispensable programa de ayuda".
Estas armas, prohibidas en muchos países, son muy criticadas porque matan indiscriminadamente al dispersar pequeñas cargas explosivas antes o después del impacto, y pueden causar numerosas víctimas civiles colaterales.
Biden admitió que fue una "decisión muy difícil" pero que era "lo correcto".
El anuncio puso en apuros a los países europeos, muchos de los cuales han firmado la Convención de Oslo de 2008, que prohíbe su uso.
El primer ministro de Camboya, Hun Sen, recordó el domingo la "experiencia dolorosa" de su país, golpeado por Estados Unidos en la década de 1970.
"Sería el mayor peligro para los ucranianos durante muchos años", tuiteó Hun Sen, cuyo país cuenta con miles de mutilados o muertos debido a estas bombas.
Rusia denunció esta decisión y dijo que era una "muestra de debilidad" ante el "fracaso" de la contraofensiva ucraniana.
E.Scholtes--LiLuX