Turquía pone condiciones a ingreso de Suecia antes de cumbre decisiva de la OTAN
Turquía impuso el lunes como condición a desbloquear el ingreso de Suecia a la OTAN su propio acceso a la Unión Europea (UE), en la víspera de una cumbre decisiva de la Alianza Atlántica en Lituania, centrada en el apoyo militar a Ucrania frente a la invasión rusa.
Sobre la adhesión de Ucrania a la alianza militar, el grupo levantará un importante obstáculo en el proceso: el requisito del llamado Plan de Acción para la Adhesión, un dispositivo que establece una serie de objetivos de reformas.
Los aliados "están dispuestos" a eliminar esta exigencia para la adhesión de la candidatura de Ucrania, dijo a AFP un funcionario occidental de la alianza, que requirió el anonimato.
Este plan "es sólo una de las etapas del proceso de adhesión en la OTAN. Incluso si se elimina, Ucrania deberá realizar otras reformas antes de integrar la OTAN", preció el funcionario.
El ingreso a corto plazo parece, no obstante, descartado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo acuerdo es obligatorio para la entrada de Suecia, incrementó la presión el lunes.
"Abran primero la vía a la adhesión de Turquía a la Unión Europea y después abriremos la vía a Suecia, como abrimos la vía a Finlandia", declaró el mandatario turco.
Las negociaciones entre Turquía y la UE están bloqueadas desde hace varios años.
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, criticó inmediatamente esta condición y aseguró que la candidatura de Turquía al bloque europeo "no está relacionada" con la adhesión de Suecia a la alianza.
Erdogan reiteró también sus reclamos a Estocolmo, a quien acusa de indulgencia con los militantes kurdos refugiados en su suelo.
El líder turco tiene que reunirse este lunes con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Suecia y su vecina Finlandia pusieron fin a décadas de no alineamiento militar para solicitar el ingreso en la OTAN, tras la invasión rusa de Ucrania. Finlandia entró oficialmente en abril.
- Hoja de ruta clara -
Para disuadir a Rusia de lanzar nuevas ofensivas, Kiev, y también los países del este de Europa, piden que la alianza militar establezca en estos dos días de cumbre una hoja de ruta clara.
Pero Estados Unidos y Alemania insisten en una promesa imprecisa sobre la futura adhesión de Ucrania, sin determinar un calendario.
"No creo que esté lista para formar parte de la OTAN", afirmó Biden en la CNN, añadiendo que tampoco había unanimidad entre los aliados sobre la integración de Ucrania "en medio de una guerra".
"Estaríamos en guerra con Rusia si ese fuera el caso", advirtió.
El Kremlin consideró que el ingreso de Kiev en la alianza sería "muy negativo" para la seguridad en Europa.
Para contrarrestar esta posición y mostrar su apoyo, varios pesos pesados de la OTAN negocian posibles compromisos para suministrar armas a largo plazo a Kiev, máxime cuando las fuerzas ucranianas lanzaron en junio una contraofensiva para recuperar zonas ocupadas rusas, pero avanzan lentamente.
Kiev indicó el lunes que había liberado 14 km2 de territorio la semana pasada, o sea un total de 193 km2 desde junio, y recuperado algunas posiciones clave cerca de Bajmut (este).
- Bombas de racimo -
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, el país ha recibido decenas de miles de millones de dólares en equipamiento militar.
Washington prometió el viernes el envío de las polémicas bombas de racimo.
Estas armas, prohibidas en muchos países, matan indiscriminadamente al dispersar pequeñas cargas explosivas antes o después del impacto, y pueden causar numerosas víctimas civiles colaterales.
Biden, que reconoció que fue una decisión "difícil", se reunió este lunes en Londres con el primer ministro británico, Rishi Sunak, quien instó este fin de semana a no utilizar este tipo de bombas.
China advirtió de los "problemas humanitarios" que pueden causar estas municiones y Rusia denunció el envío, tachándolo de "muestra de debilidad".
La guerra en Ucrania, que este fin de semana superó los 500 días, ha dejado 9.000 civiles muertos, entre ellos 500 menores, según la ONU, que estima que el balance de víctimas es mucho mayor.
D.Adrovic--LiLuX