Candidato reformista pierde voto para convertirse en primer ministro de Tailandia
El reformista Pita Limjaroenrat, ganador de las legislativas en Tailandia, perdió el jueves una votación en el Parlamento que le habría convertido en primer ministro, consecuencia del rechazo de los senadores, leales al ejército, que le consideran demasiado radical.
"No me rendiré", dijo Pita a los periodistas, aunque aseguró que acepta el resultado de la votación.
La segunda economía más grande del sudeste asiático, que lleva años inmersa en crisis políticas, atraviesa un nuevo período de inestabilidad, dos meses después de las elecciones que infligieron un revés a los generales en el poder desde el golpe de 2014.
Pita Limjaorenrat, ganador de las legislativas con el partido Move Forward ("Avanzar"), se enfrenta a un sistema controlado por las élites conservadoras monárquicas, que le reprochan sus problemas con la justicia y su plan para revisar la ley que condena los ataques al rey.
La derrota del candidato progresista podría desencadenar una nueva ola de manifestaciones.
A pesar del apoyo de una coalición mayoritaria en la Cámara Baja (312 diputados de un total 500), Pita no obtuvo los sesenta votos de senadores que necesitaba para alcanzar el umbral requerido de 375 votos.
Durante la votación, más de la mitad de los legisladores se posicionaron en contra o se abstuvieron, según un recuento de la AFP, sin dejar ninguna posibilidad para que Pita pudiera alcanzar la mayoría.
Los senadores, nombrados por el ejército, ignoraron los llamamientos de Move Forward para formar un gobierno de acuerdo con la voluntad del pueblo, lo que pondría a Tailandia de nuevo en el camino de la democracia.
- Procedimientos judiciales -
Pita Limjaroenrat, telegénico, sonriente y con buen inglés, personifica a sus 42 años la ruptura con el pasado que reclaman en Tailandia muchos jóvenes, los mismos que salieron a las calles por miles en 2020 para exigir una reforma de la monarquía.
Su programa electoral incluye una nueva Constitución, la abolición del servicio militar obligatorio o la legalización del matrimonio homosexual, entre otros, para pasar página de casi una década bajo la autoridad del exgeneral golpista Prayut Chan-O-Cha.
Move Forward y su líder se enfrentan a dos acusaciones, que según ellos tienen el objetivo de apartarlos del poder.
En uno de los casos Pita está acusado de poseer acciones en un canal de televisión durante la campaña electoral y se enfrenta a perder su escaño, a una posible pena de prisión y a quedar inhabilitado en política durante 20 años.
En otro caso, el Tribunal Constitucional declaró admisible la denuncia de un abogado que acusa a Pita y a Move Forward de querer "derrocar"a la monarquía.
El lugar del rey en la sociedad tailandesa está en debate, sobre todo por la controvertida ley que reprime las críticas al monarca, una de las más severas del mundo.
Move Forward quiere reformar el texto, cuya redacción poco precisa deja margen para la interpretación y se ha utilizado con fines políticos para silenciar a los opositores.
Los conservadores en cambio rechazan cualquier modificación en nombre de la inviolabilidad del rey.
Tailandia, que vivió una docena de golpes de Estado desde el fin de la monarquía absoluta en 1932, está acostumbrada a las crisis políticas, a veces marcadas por la violencia.
Este jueves el Parlamento estaba bajo grandes medidas de seguridad, con alambre de púas y contenedores para bloquear el acceso.
Entre 100 y 200 personas vestidas de naranja, el color de Move Forward, estaban cerca del edificio bajo estrecha vigilancia.
Las demandas contra Pita equivalen a "acoso", dijo Supattra Namthongchai, de 59 años, quien fue a apoyar al candidato frente al Parlamento.
"Los tailandeses tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, ya que somos una democracia. Podemos unirnos para protestar", dijo por su parte Patchaya Saelim, de 17 años, otro partidario del movimiento reformista.
B.Diederich--LiLuX