La UE y la CELAC buscan un acuerdo con el debate empantanado en torno a Rusia
Las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para lograr una declaración final en la cumbre en Bruselas estaban estancadas este martes por la falta de consenso sobre la responsabilidad de Rusia en la guerra en Ucrania.
En el segundo día del encuentro entre ambos bloques, los diplomáticos intentan labrar un acuerdo difícil, ya que algunos países latinoamericanos se niegan a condenar a Rusia.
Según varias fuentes, el país que más se opone al texto final, que ya fue modificado para intentar llegar a un acuerdo, es Nicaragua.
El ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, se mostró pesimista sobre un posible acuerdo.
"Esto parece difícil", dijo hablando en inglés. "Estamos muy sorprendidos de que haya miembros de nuestro grupo que se opongan a una resolución sobre la guerra en Ucrania. Es una guerra de agresión".
El reto de encontrar terreno común para un acuerdo entre la UE y un foro heterogéneo de 33 países como la CELAC, es mayúsculo y quedó evidenciado desde las negociaciones previas al encuentro.
Las discrepancias en torno a la guerra en Ucrania quedaron patentes en la primera jornada, lo que opacó otras cuestiones como los acuerdos comerciales, incluyendo la dilatada negociación con el Mercosur, una reforma en la composición del sistema financiero internacional, el cambio climático y la transición energética.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, reiteró el lunes que Brasil "apoya iniciativas promovidas por diferentes países y regiones en favor del cese inmediato de las hostilidades y de una paz negociada".
"Recurrir a sanciones y bloqueos, sin amparo del derecho internacional, sirve apenas para penalizar a las poblaciones más vulnerables", indicó en referencias a medidas adoptadas contra Moscú por varias potencias, incluyendo la UE, después de que invadiera Ucrania.
Sin hacer una mención directa, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, abogó por "la resolución pacífica de los conflictos, en los principios de Naciones Unidas, en la protección de los derechos humanos y en el respeto a la integridad territorial de los Estados".
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, señaló que "no se debe permitir que Rusia triunfe", porque ello "será una receta para el desastre para el multilateralismo".
- Una reunión sobre las elecciones en Venezuela -
Al margen de la cumbre, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez y el opositor venezolano Gerardo Blyde se reunieron el lunes con los presidentes de Francia, Argentina, Brasil y Colombia, para discutir una fórmula para las presidenciales del próximo año sean reconocidas por la comunidad internacional.
En la reunión convocada por el mandatario francés, Emmanuel Macron, participaron el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y el argentino Alberto Fernández, además de el máximo diplomático de la UE, Josep Borrell.
De acuerdo con Borrell, la discusión se centró en cómo "avanzar a la realización de elecciones en una forma inclusiva, elecciones libres que puedan ser reconocidas por la comunidad internacional".
La semana pasada, el jefe negociador del gobierno y presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, descartó que la UE envíe una delegación electoral para los comicios de 2024, después de que el bloque europeo expresó su "preocupación" por la inhabilitación de la precandidata opositora María Corina Machado.
El envío de esa misión no quedó decidida, dijo Borrell. "Apenas ofrecí esa posibilidad".
- Una asociación con Chile -
En este clima, la UE buscó allanar un acercamiento con el anuncio el lunes de un plan de inversión de 45.000 millones de euros (50.560 millones de dólares) mediante el programa Global Gateway.
Con ese enorme plan de inversiones, la UE se propone ejercer un contrapeso a la creciente presencia de China en Latinoamérica.
En línea con los objetivos de un acercamiento estratégico, la UE y Chile firmaron un memorándum de entendimiento para una asociación estratégica en la cadena de valor de las materias primas, con miras al desarrollo de la explotación del litio, vital en la transición energética.
La expectativa inicial del bloque europeo fue que la cumbre fuera un escenario para firmar el acuerdo con el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), atascado tras una serie de negociaciones que comenzaron hace más de dos décadas.
El tema de la deforestación y las cuestiones ambientales son uno de los escollos para un acuerdo, pero la presidenta de la Comisión Europea y Sánchez expresaron sus expectativas de que la negociación llegue a buen puerto en el segundo semestre de este año.
R.Decker--LiLuX