Los conservadores británicos pierden dos escaños pero evitan una debacle electoral
Los conservadores británicos perdieron el viernes dos escaños en circunscripciones afines, pero conservaron por estrecho margen el simbólico bastión del ex primer ministro Boris Johnson, salvando los muebles en unos comicios parciales claves para las elecciones generales del próximo año.
El primer ministro Rishi Sunak, que parecía encaminado a convertirse en el primer jefe de gobierno en décadas que pierde tres escaños en un día, logró evitar una humillante debacle electoral.
Pero estos comicios parciales -organizados el jueves a raíz de la dimisión de tres diputados- confirmaron la desconfianza de los votantes hacia una derecha que lleva 13 años en el poder.
El Partido Conservador, que bajo Johnson arrebató en 2019 numerosos bastiones trabajadores al Partido Laborista en el norte desindustrializado de Inglaterra, se ha visto desde entonces deslegitimado por los escándalos.
Es también criticado por su incapacidad para enfrentar la grave crisis del coste de la vida, marcada por la inflación más alta de los países del G7 y la multiplicación de las huelgas.
Estas elecciones pusieron también en evidencia las dificultades de los laboristas para avanzar en su anhelo de regresar al poder en 2024, marcando la tendencia del año electoral que se avecina.
Los conservadores perdieron a favor de los centristas del Partido Liberal Demócrata la circunscripción de Somerton y Frome, en el suroeste del país, antes ocupada por el conservador David Warburton, que dimitió a raíz de su consumo de cocaína.
En el norte de Inglaterra, el escaño conservador de Selby y Ainsty fue a manos de los laboristas.
Y la antigua circunscripción de Johnson, Uxbridge y South Ruislip, en el noroeste de Londres, quedó en poder de los conservadores debido a un controvertido proyecto del alcalde laborista para extender su oneroso impuesto a los vehículos más contaminantes. El conservador Steve Tuckwell consiguió la victoria por solo 500 votos de ventaja (13.965 contra 13.470).
Es una "noticia fantástica" que "muestra que los conservadores pueden ganar en Londres y en los alrededores", reaccionó Boris Johnson, de 59 años.
El carismático y controvertido ex primer ministro dejó vacante su escaño después que una investigación parlamentaria estableciese que había mentido a sabiendas a la cámara sobre el "partygate", el escándalo de las múltiples fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos, que acabó obligándolo a dimitir como diputado.
- Sunak, contra las cuerdas -
A su llegada al poder en octubre, tras el breve y desastroso mes y medio de mandato de Liz Truss, Sunak, de 43 años, prometió devolver la ética política al gobierno para limpiar la imagen de su partido.
Pero si estos resultados se repiten en las elecciones generales del próximo año, los conservadores sufrirían una grave derrota nacional.
"Las elecciones parciales a mitad de mandato para un gobierno en funciones siempre son difíciles, rara vez se ganan", afirmó Sunak a los periodistas el viernes, durante una visita a Uxbridge y South Ruislip.
"El mensaje que me llevo es que tenemos que redoblar esfuerzos, ceñirnos a nuestro plan y cumplir con la gente (...) y ganarnos la confianza para las próximas elecciones", agregó.
El nivel de confianza en el actual primer ministro cayó esta semana a su nivel más bajo, con una opinión desfavorable del 65%, según el instituto YouGov.
Por su parte, el líder laborista Keir Starmer, un exabogado de derechos humanos de 60 años, se congratuló por "un resultado histórico que muestra que la gente ve al laborismo como un partido que ha cambiado".
El "increíble resultado" en Selby y Ainsty, donde el candidato izquierdista se impuso por 16.456 votos contra 12.295, "demuestra lo poderosas que son las ansias de cambio", consideró.
A principios de año, Sunak prometió a los británicos reducir la disparada inflación a la mitad, impulsar el crecimiento económico y recortar los tiempos de espera en el maltrecho servicio de sanidad pública.
Pero desde entonces no logró grandes avances y persiste el temor de que el Reino Unido entre en recesión este año.
G.Muller--LiLuX