Largas filas de camiones para encaminar granos hasta puerto fluvial ucraniano
Anton Moiseyev aguarda desde hace tres días en su camión cargado de trigo, cerca de Odesa, que la larga fila avance hacia Izmaíl, sobre el Danubio, que se convirtió en la principal salida de productos agrícolas ucranianos debido al bloqueo ruso de los puertos del mar Negro.
"No sé cuánto tiempo va a tardar esto", comentó este camionero de 41 años que lleva un cargamento de trigo de la región de Kirovogrado, en el centro de Ucrania.
Antes de que Rusia se retirara el 17 de julio del acuerdo mediado por la ONU y por Turquía, Ucrania pudo exportar 33 millones de toneladas de granos por el mar Negro, pese a la invasión rusa.
Después, Moscú comenzó a bombardear las infraestructuras de los puertos ucranianos en el mar Negro.
"Por eso todos vienen acá. En la práctica llegan desde toda Ucrania", contó Serguiy Gretsik, un camionero de 36 años procedente de la región de Vínnitsa, en el oeste.
Ahora, pequeños puertos fluviales del Danubio como Izmaíl y Reni, en la frontera con Rumanía, tienen una importancia clave para el aprovisionamiento mundial de alimentos, pese a que tienen problema para recibir todos los cargamentos, lo que provoca los embotellamientos.
"Hay mucho grano, pero no podemos sacarlo", señaló Moiseyev.
- "Un ataque y todo se acabó" -
Un obstáculo adicional es que Rusia atacó con drones el puerto de Reni el 24 de julio.
"Los daños son importantes, pero esto no detuvo totalmente el puerto", dijo a AFP la portavoz del ejército ucraniano en la región, Natalia Gumenyuk.
Todos los camioneros interrogados por AFP dijeron que se dirigen a Izmaíl.
"Las cosas empeoraron después del bombardeo" contra Reni, contó Moiseyev que explicó que el tiempo de espera en estos puertos había mejorado desde el año pasado.
"Un ataque y todo se acabó, nos quedamos sentados esperando nuevamente", lamentó.
En Izmaíl, al menos cuatro buques estaban atracados o cerca del puerto, constataron periodistas de AFP.
Pero los camiones que lograron llegar al puerto siguen esperando debido a la falta de infraestructura para cargar los granos en caso de mal tiempo, afirmaron los conductores.
En el camino que va hacia el puerto, los pájaros aprovechan los granos de trigo y de maíz que caen desde los camiones.
La ciudad, que tenía 70.000 habitantes antes de la guerra, parece haberse beneficiado de la situación.
En la avenida principal, donde abundan las banderas ucranianas, las aceras parecen nuevas y bien mantenidas. Hay nuevos restaurantes y cafés y un club de yates en construcción.
Debido a su posición estratégica, Izmaíl cambió de manos en varias ocasiones a lo largo de la historia. Al borde del río, una mezquita de piedra recuerda los tiempos de la dominación turca en el siglo XVI.
El camino desde Odesa, en el mar Negro, pasa por campos de maíz, de girasol y viñas. Para llegar a esta parte de Ucrania es necesario pasar un trecho del camino por Moldavia.
Algunos vehículos no llevan matrícula, pero las carrocerías llevan nombres de empresas de Polonia, Francia, Alemania y República Checa. Otros tienen placa ucraniana.
Igor Skripnik, un camionero de 47 años, contó que lleva esperando ocho días.
"Nuestro buque todavía no entra al puerto. No sabemos por qué", relató, "Los camioneros están renunciando, no quieren trabajar" en estas condiciones, afirmó.
D.Marques--LiLuX