Un 79% de boyas antimigrantes en el Río Bravo están del lado mexicano
La controversial barrera de boyas instalada por Texas en el Río Bravo para evitar el ingreso irregular de migrantes hacia Estados Unidos está, en su mayoría, del lado mexicano de esta frontera natural, según un levantamiento topográfico realizado por una comisión oficial binacional.
"Una comparación de las ubicaciones registradas de las boyas con la línea de límite oficial (...) establece que aproximadamente 208 pies de la línea de boyas se encuentran dentro de los Estados Unidos, mientras que aproximadamente 787 pies de la línea de boyas [79% del total, ndlr] se encuentran dentro de México", dice el reporte realizado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas de Estados Unidos y México (CILA), encargada de resolver diferencias en esta parte de su territorio.
El documento fue presentado el último martes ante un tribunal federal estadounidense, donde se ventila una demanda realizada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos contra el estado de Texas.
El gobernador de este estado del sur estadounidense, Greg Abbott, dispuso en julio la instalación de una línea de boyas de unos 300 metros (995 pies) en un área del Río Bravo (Río Grande, como se le conoce en Estados Unidos).
Su instalación generó una pronta controversia en el vecino latinoamericano, donde el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la calificó de una "provocación" que viola la soberanía de su país.
Con anclajes de hormigón, las boyas están tendidas en el sector de Eagle Pass, sur del país, que limita con Piedras Negras, en México. Se trata de uno de los tramos utilizados por migrantes para entrar a Estados Unidos.
El río es la frontera natural entre ambos países en ese sector.
El documento tiene también una imagen aérea con la distribución de las boyas, y muestra cómo hay una gran porción de la línea de boyas que traspasa el límite fronterizo trazado, hacia México.
Para el gobierno, las boyas violan la ley federal, generan preocupaciones humanitarias y pueden dañar la política exterior estadounidense.
La semana pasada, en una reunión en Washington, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y la canciller de México, Alicia Bárcena, adelantaron que se conformaría un grupo de trabajo para abordar el tema.
Bárcena dijo que gran parte de las boyas estaban del "lado mexicano" y que habían pedido el retiro de las mismas.
Blinken, por su parte, recordó que el Departamento de Justicia ha solicitado ante los tribunales la remoción de las boyas y que se impidan más instalaciones.
El republicano Abbott acusa al presidente demócrata Joe Biden de no salvaguardar las fronteras y de desatar una crisis migratoria. La autoridad texana ha dicho que tiene el derecho de proteger su territorio y ha retado al gobierno a verse en la Corte Suprema.
H.Wagner--LiLuX