La sequía se instala en Francia en plena ola de calor
La alerta por sequía se extendió este martes a todos los territorios de Francia en Europa, cuando la tercera ola de calor en dos meses vuelve más visible las consecuencias del calentamiento del planeta.
La prefectura de la región parisina decretó la vigilancia por "sequía" en la capital y los tres departamentos circundantes, que se suman así al resto de territorios metropolitanos con advertencias similares.
La víspera, el instituto de meteorología Météo-France anunció que julio se convirtió en el segundo mes más seco desde el inicio de los registros en 1958, con 9,7 milímetros de precipitaciones. El anterior récord remonta a marzo de 1961 (7,8).
Para Frédéric Long, meteorólogo de Météo-France, la situación es "preocupante" por el gran número de departamentos en alerta por sequía, a lo que se suma "una ola de calor que no ayuda en este sentido".
En julio, cuando se registraron récords locales de calor en Francia, las precipitaciones fueron un 84% inferiores a las habituales durante el período 1991-2020, según la oficina de meteorología.
En el campo, ambos fenómenos, unidos a las restricciones de agua, preocupan al sector agrícola, sobre todo en el caso del maíz, cuya producción ya se está viendo muy afectada por el clima.
- Daños "enormes" -
Sequía, incendios, récords de temperatura, muertes por golpes de calor... La temporada alta de vacaciones estivales en Europa Occidental viene cargada de alertas sobre el cambio climático.
"Podemos decir que en los últimos 35 años (...) hemos tenidos tres veces más olas de calor que los 35 años precedentes", según Long, quien augura un alza de su intensidad y frecuencia "en los próximos años".
La ola de calor se centra este martes en el sur, centro y este de Francia, con cinco zonas en alerta "naranja" --la segunda más alta--, pero el pico se espera el miércoles con temperaturas de hasta 40ºC localmente.
Y todo ello cuando el gobierno llamó a los franceses a hacer "pequeños gestos" como moderar la temperatura del aire acondicionado para ahorrar energía ante eventual corte de gas ruso.
Las alertas por sequía también vienen acompañadas de recomendaciones a reducir el consumo de agua, en los territorios con código "gris", hasta su limitación para usos esenciales, en caso de código "rojo".
Baptiste Cribeillet, un agricultor de 32 años de Saint-Génis-des Fontaines (sur), teme los efectos para su explotación de 60 hectáreas de nectarinas al sur de Perpiñán si se prohíbe el riego.
Actualmente, el uso del agua está limitado al 50%. "Si pasamos a la siguiente fase, no podremos regar en absoluto y los daños en los árboles y las próximas cosechas serían enormes", advierte.
- "Adaptación humana necesaria" -
El ministro francés de Transición Ecológica, Christophe Béchu, abogó el lunes por "reducir el consumo de agua, ahorrar, luchar contra el despilfarro", "una adaptación humana", a su juicio, "necesaria".
Y anunció que presentarán en septiembre la "nueva trayectoria de planificación ecológica".
Criticado por su "inacción climática" en su primer mandato, el presidente centrista Emmanuel Macron prometió que iría "dos veces más rápido" en el actual quinquenio para reducir los gases de efecto invernadero.
Francia, como el conjunto de la Unión Europea (UE), espera lograr la neutralidad carbono para 2050, pero su estrategia no pasa por el "decrecimiento", sino por impulsar la energía nuclear y las renovables.
La cuestión climática, con la sequía y las olas de calor como factores más visibles, protagonizó este martes muchas de las portadas de los diarios regionales en Francia.
El rotativo Le Parisien, cuya portada titulaba "Consumir menos agua es posible", explicó alternativas para reducir su consumo, como la reutilización del agua de la ducha en el váter o en el jardín.
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R.Schiltz--LiLuX